El Viernes Santo en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, se celebra uno de los momentos más intensos de la Pasión en Castilla y León, la salida de los denominados Pasos Grandes de su capilla: Longinos y La Escalera, que sacan los cofrades riosecanos a pulso, a sangría según el lenguaje popular, para protagonizar la procesión del Dolor. La Lanzada, o Longinos, es un paso de nueve figuras realizadas en el siglo XVII en el taller de Tomás de Sierra y El Descendimiento o La Escalera, está formada por 7, seis de ellas de Diaz de Tudanca en el Siglo XVII y la imagen de la Virgen, copia de la Vera Cruz de Valladolid, realizada por Mariano Nieto. Los pasos son sacados a pulso mientras suena la marcha La Lágrima y se oye El Pardal, el sonido de una trompeta como el canto de un pájaro, que llama a la procesión. Es particularmente bella en la Rua Mayor, donde bailan los pasos al son de la música. Otros pasos son el Cristo de los Afligidos, Cristo de La Paz, la Piedad, Santo Sepulcro y la Soledad.