Saluda Cofradía de Burgos 2023

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Al comenzar a leer estas líneas quiero compartir con vosotros unas palabras que San Pablo dirige a la comunidad cristiana de la ciudad de Filipos, población situada en la actual Grecia, en las que les dice: todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta”.

Nos sirven de origen y de meta de lo que ha de ser la experiencia de cada cofrade y de quien participa en los actos preparados para estos días santos. Nosotros y lo que hacemos ha de ser:

Verdadero, siendo realmente lo que parecemos en estos días. La manifestación exterior ha de corresponder con una vida de fe que se nutre de la redención que manifestamos mostrando la pasión, muerte y resurrección en las calles.

Noble, actuando de buena fe y excluyendo de nuestro quehacer habitual la doble intención. Mostrando una actitud de hermanos, de cofrades.

Justo, haciendo lo correcto practicando la justicia en relación con los demás y en relación con Dios. La justicia es dar a cada uno lo suyo. Dios también ha de ser a quien le damos lo que le corresponde.

Amable, siendo digno de ser amado aquello que realizamos y haciendo que nuestras tareas las llevemos a cabo con amor.

Laudable, mereciendo ser felicitados por las cosas bien hechas y por aquellas que son bien preparadas aunque los resultados no siempre sean los pretendidos. Asumiendo con sencillez nuestras propias limitaciones.

Sabemos que hemos de tener una disposición habitual a hacer el bien, porque tenemos como maestro en la vida a quien “pasó por el mundo haciendo el bien”, que es Jesucristo. Seremos personas de virtud si vamos haciendo realidad cada una de las virtudes, que tradicionalmente se clasifican en las tres teologales y las cuatro cardinales.

La importancia y el valor de lo que programamos no solo dependerá del reconocimiento exterior, sino que nuestro principal mérito será haber actualizado en nuestra vida la presencia de Dios que en la liturgia del Tríduo Pascual nos sumerge en el amor redentor de Jesucristo.