Los actuales Gigantillos, diseñados en 1899, son descendientes de las Tarascas del s. XIII. Representan a dos labriegos del campo castellano, vestidos con trajes típicos burgaleses. Tienen unos dos metros y medio de altura y unos 60 Kilos de Peso. Las figuras bailan danzas típicas al ritmo que marca el Pitero. La más popular de las danzas de los Gigantillos es las Mochadas. Le viene su nombre por bailarla con las cabezas juntas y termina con la jota, una de las más antiguas recogidas en Burgos. El 17 de enero de 1973, los Gigantillos y Gigantones quedaron totalmente destruidos a causa de un incendio provocado en los Almacenes Municipales, instalados en el Barrio Gimeno. Se encargó al maestro Mayor de Valencia, Julián Puche Ferrándiz, la reproducción de los Gigantillos y Gigantones, con un coste de 350.000 pesetas. De los ropajes, se ocupó la sastrería Seseña, de Madrid. El asesoramiento y los dibujos fueron llevados a cabo por el artista burgalés D. Luis Ortega Rupérez y todo el proceso fue regulado por el arquitecto D. Marcos Rico Santamaría.
Los Porteadores visten medias azules y zapato bajo negro y convierten dos figuras estáticas de cartón piedra, en dos bailarines, con giros, saltos y paseos. La figura del porteador, no puede ser ocupada por cualquier persona. Este puesto suele pertenecen a una misma familia, siendo heredado de padres a hijos.
Las actuaciones públicas de los Gigantillos son las siguientes:
- San Lesmes
- Víspera del Corpus
- Corpus Christi
- Curpillos
- Festival Internacional de Folklore Ciudad de Burgos
Fiestas de Burgos
- Proclamación Reinas
- Ofrenda de Flores
- Misa Pontifical
- Cabalgata de Fiestas
- Recepción Oficial de Autoridades
- Pasacalles en las Fiestas Mayores de San Pedro y San Pablo.
