Para que haya buena cosecha y el
trigo valga dinero, “hacen falta agua,
sol y guerra en Sebastopol”. Este era
un dicho bastante popular en mu
chos pueblos de Castilla y León, que
ha ido pasando de generación en
generación. La cosa venía desde me
diados del Siglo XIX, cuando una de
las múltiples guerras que azotaban
la Península de Crimea, donde está
Sebastopol, y las zonas colindantes
que hoy forman parte de Rusia y de
Ucrania, provocó la destrucción de
las cosechas de cereales en lo que se
consideraba, y todavía lo es hoy, uno
de los graneros de Europa y la consi
guiente subida de los precios en el
resto del continente, beneficiando a
los cerealistas de Castilla y León. Des
graciadamente, hay guerra en Se
bastopol, entendida en sentido am
plio. Consecuencia: las cotizaciones
de los cereales, que ya seguían una
tendencia alcista desde hace varios
meses, se dispararon desde media
dos de febrero y siguen altas
Según los últimos informes, entre
ellos del Departamento de Agricul
tura de Estados Unidos, nos vamos a
enfrentar a una época de escasez de
alimentos básicos, tanto para las per
sonas como los animales, por lo que
sería necesario aumentar la produc
ción. Pero las cosas no son tan fáciles.
Por ejemplo: mientras eso sucede en
el mundo, en la Unión Europea (UE)
y en virtud de la normativa de la PAC,
no se puede utilizar todo el potencial
productivo que ofrecen sus tierras.
Ese es el primer problema, al que
se debe poner remedio rápidamen
te. El segundo está en que los cos
tes de producción se han disparado
como consecuencia de la subida de
los precios de la energía y también

de los fertilizantes, un elemento cla
ve para aumentar los rendimientos.
En este contexto no hay que olvidar
que Rusia también es un importan
te abastecedor de algunos tipos de
abonos. A todo ello hay que añadir
un aumento de la demanda de ali
mentos básicos como los cereales,
las oleaginosas, las proteaginosas, las
carnes, la leche y los huevos.
E n
resumidas cuentas, la tormenta per
fecta. Vienen tiempos de alimentos
caros y escasez en los países desa
rrollados, mientras que los que se
encuentran en vías de desarrollo o
los subdesarrollados van a sufrir pe
nurias y hambre, con el consiguiente
incremento de las tensiones econó-
micas, sociales y políticas.
Para hacer frente a la nueva situa
ción que ya venía de atrás, pero que
se ha agravado como consecuencia
de la invasión de Ucrania por parte
de Rusia, la PAC que está diseñada y
que debería entrar en vigor en 2023,
no sirve, porque da prioridad al com
ponente verde en lugar de al pro
ductivo. ¿Se va a reformar esa nue
va PAC, incluso antes de que haya
entrado en vigor? Está por ver, pero
algo habrá que hacer al respecto. Pa
rece como si en Bruselas no fueran
conscientes todavía de que hay un
antes y un después de la invasión de
Ucrania por parte de Rusia, algo que
sí tienen claro en el campo de Casti
lla y León, con el precio de la cebada
superando la cifra de 60 pesetas por
kilo, algo impensable a principios de
este año; donde los ganaderos han
tenido que hacer frente a un au
mento de los costes de producción,
mientras que los agricultores han
visto como se disparaban los abonos
o la energía. Es lo que hay, se quiera
ver, o no.